Pero la realidad es que la actitud hacia
la vida determina en gran medida el resultado que tendrás en ella, es decir, si
eres una persona semejante a un gusano, probablemente tu vida termine podrida
como una manzanita. Resulta curiosos que siempre que vemos a gente feliz de
verdad, es decir que lloran cuando deben y ríen cuando lo sienten, lo son
porque esa es su actitud frente a la vida.
En multitud de ocasiones me he enfrentado
a proyectos que me superaban, algo semejante a cuando un surfero se enfrenta a
la gran ola con la única defensa de una tabla. Lo que está claro es que si el
surfero no tiene la actitud de superar la ola, con toda probabilidad terminará
envuelto en torbellinos de espuma, sal y arena, pero si la actitud es de
superación tal vez la supere, o tal vez no, pero seguro que el surfero habrá
llegado casi a lo alto y en el camino habrá aprendido. Pues exactamente lo
mismo ocurre cada día en nuestras vidas, continuamente se nos presentan
proyectos y problemas, decidir si te enfrentas a ellas como un gusano o como un
surfero ya es cosa de cada uno, eso sí, si encontráis gusanos en vuestros
círculos más cercanos no les dediquéis demasiado tiempo, porque ya sabéis que
un gusano puede pudrir grandes superficies y nos puede pudrir a nosotros
mismos.
Aunque resulta tranquilizador que la
mayoría de la sociedad no ha tomado forma de gusano, también resulta alarmante
que los surferos sean aún menos que los gusanos, de forma que la mayoría de la
sociedad se encuentra en una lucha constante por vivir lo mejor posible, y
resulta que, al fin y al cabo, esta mayoría seguramente lleguen a ser más
felices que los gusanos que nunca sabrán lo qué es la felicidad y que los
surferos, que por ponerse ambiciosos proyectos pocas veces llegarán a
alcanzarla, no obstante, si debiera escoger una de las formas, gusano o
surfero, lo tendría claro, a mí me gusta superar la ola con mi propia
tabla.
Las dificultades, la mayoría de las veces,
se encuentran en nuestra propia mente.
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